miércoles, 9 de marzo de 2011

QUERIDA LIA ; QUERIDO TITO RAMÓN


Querida Lia:
Hace ya una semana que iniciaste tu viaje hacia el “cielo de los perros”, un auténtico paraíso al que ya te habrás adaptado, sin duda.
¿Verdad que duermes hecha un rosquito en una mullida nube? ; ¿Verdad que ya no te duelen tus ancianos huesos ?; ¿Verdad que ya puedes comer sabrosos manjares?; ¿Verdad que ya no necesitas las medicinas que te revolvían el estómago?; ¿Verdad que por fin has descansado?; ¿Verdad que tu mami hizo lo mejor que se podía hacer por ti y que por ello le estarás eternamente agradecida?
Cuántas verdades ¿verdad?, y aún hay más.
¿Verdad que vuestros sentimientos son nobles, vuestro amor incondicional y vuestra lealtad absoluta?; ¿Verdad que se os quiere a rabiar?; ¿Verdad que cuando llega el final nos miráis a los ojos suplicando que os dejemos marchar?
¡Qué decisión más dura y, al mismo tiempo, que acto de inconmensurable amor es el dejaros partir! ¡Qué tristeza y qué alegría! ¡Qué gran paradoja!
Tristeza, porque ya no os tenemos a nuestro lado, no recibimos vuestro cariño lleno de lametones y de babas………
Alegría, porque es una partida dulce, hacia un sitio mejor, y que os proporciona quien más os quiere. Tu mami Carmen, querida LIA.
Dale miles de besos a todos los perros de nuestra familia que llegaron al cielo antes que tú, y en especial a ILDE.

En la misma semana, tan sólo cuatro días después que tú, ha marchado al otro cielo, el de los hombres, el TITO RAMÓN. Un hombre bueno ¿Sabes LIA? Él también ha dejado muy tristes a sus hijos, sus nietos, su Paquita, al tio Fernando, a sus sobrinos y a “Currita”, su perrilla.
Al igual que contigo, querida LIA, con el tito Ramón se dan los dos sentimientos contradictorios y paradójicos. Infinita tristeza por la pérdida y, al mismo tiempo, inmensa alegría pues, de seguro, estará por ahí arriba, con su aspecto de galán, su melena plateada, y su maravillosa voz de barítono cantando el Ave María, y encandilando a todo el personal.
Querido TITO RAMÓN, te deseo que seas muy feliz y te pido que no nos olvides, porque nosotros nunca lo haremos.


LIA
ILDE


                                                












 
Este es "COTOLITO". Vagaba por las calles de Sanlúcar la Mayor. Lo acogió mi hermano Andrés, en un principio, y después pasó a formar parte de la vida de mi hermana Carmen, tristísima tras la desaparición de sus  preciosas "ILDE" y "LIA"


Querido "tito Ramón"

1 comentario:

  1. Muy bonito Ana...y ya tienes que venir por aquí a conocer a Nico y ponerlo entre los nuevos miembros de la familia

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